Monday 30 March 2009

Helen Suzman

Inauguro el 2009 bastante tarde; por falta de tiempo, lo que no es buena excusa. Y ya que es el primer post del 2009, voy a dedicarlo a una gran mujer que murió precisamente el primer día de este año. Helen Suzman. Nombre no muy conocido aquí en España, pero de gran repercusión en su país, Sudáfrica.

Helen Suzman fue diputada desde el 1935, y se distinguió por ser una de las pocas diputadas que protestaban por el estado de apartheid. Criticó abiertamente al régimen, en general completamente sola. Luchó durante 36 años, llegando incluso a visitar en la famosa prisión de Robben Island a Nelson Mandela, y fue candidata al premio Nobel en dos ocasiones. Dicen los que la conocieron que tenía un gran encanto personal y una voz melosa. Yo tan sólo puedo basarme en imágenes. Una mujer de tez pálida y luminosa, cara alargada, ojos cordiales color azul ultramarino y sonrisa firme.
Me gusta imaginarla en el Parlamento, al pie del cañón, incomodando con determinación a sus compañeros de cámara con sus preguntas incómodas. Un diputado llegó a decir que Suzman planteaba preguntas que ponían en vergüenza a Sudáfrica. Ella le contestó: "No son mis preguntas las que avergüenzan a Sudáfrica, sino sus respuestas".

Helen fue una mujer de firmes opiniones y valentía hasta su muerte, a los 91 años. Incluso después de que en Sudáfrica se instaurase una democracia multirracial, Helen no dejó de criticar al CNA, el partido en el gobierno, por no hacer lo suficiente contra el sida, esa plaga que diezma África, el crimen y el paro. Lacras contra las que ella, una ciudadana valiente, nunca dejó de luchar.

Deja, al morir, una fundación con su nombre, la Helen Suzman Foundation. En ella he encontrado una vinieta obra de Jack Leyden que me ha gustado por su simpleza y a la vez fuerza para transmitir el mensaje que Suzman abanderó durante toda su vida. Una lucha sin miedo contra la opresión, el racismo y la intolerancia racial.