Sunday 9 November 2008

Kristallnacht

Hoy se cumplen 70 años de la Kristallnacht (noche de cristal en alemán; conocida aquí como la noche de los cristales rotos). La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 el gobierno nazi orquestó en Alemania y Austria una supuesta revuelta popular contra los ciudadanos y negocios judíos. Todo se debió al asesinato de un diplomático alemán en Paris por un joven judío que había estado intentando llamar su atención frente a las deplorables condiciones de deportación que miles de judíos alemanes estaban sufriendo, incluida su familia. Aunque hoy hay pruebas que el gobierno de Hitler estaba esperando un acontecimiento favorable para hacer estallar una revuelta organizada contra los judíos. Historiadores posteriores calculan que el 80% de los alborotadores eran miembros del partido nazi y miembros de las SS disfrazados de obreros, lo que da una idea de la orquestación tramada (por si los posteriores acontecimientos no fueran suficiente prueba).

Esa noche sinagogas, cementerios, tiendas y almacenes judíos fueron destruidos y más de 30.000 personas fueron arrestadas e internadas en campos de concentración – sin tener en cuenta que un alto numero de judíos fueron asesinados esa misma noche, en lo que fue un siniestro primer capitulo de “la Solución final” nazi, que ya se había puesto en marcha.

No he podido encontrar imágenes de la noche, tan solo he encontrado fotografías del día después, con transeúntes y curiosos observando los macabros resultados (sinagogas en ruinas, escaparates rotos o pintadas que rezaban “jude” y estrellas de David a modo de acusación). Todo ello quedó como testimonio mudo del inicio de las atrocidades que se cometieron en los años posteriores. Puesto que mi dibujo, como toda obra posterior, tan solo se puede contentar con plasmar los hechos una ve han transcurrido y expresar la modesta visión del autor, no he podido encontrar mejor imagen que la de los escaparates rotos, la de los trozos de cristal que parecen heridas en una sociedad que se empieza a desdibujar. En mi dibujo un alemán camina frente a los cristales hechos trizas. Me pregunto que debía pensar ese hombre. Si sentía miedo, horror, complicidad o tan solo se alegraba de no ser judío. El mismo Goering dijo, a propósito de la noche de los cristales rotos, que “debo reconocer que no me gustaría ser judío en Alemania”.