Wednesday 14 May 2008

Conferencia “El universo femenino de Mo Yan”

Hoy he asistido a una conferencia sobre “el universo femenino de Mo Yan”, con la asistencia del propio autor en la Casa Asia de Barcelona. Era la primera vez que visitaba la Casa Asia, y he sido gratamente sorprendida por el edificio. Se trata del Palau Baró de Quadras, obra del modernista Puig i Cadafalch, en la Avenida Diagonal.
El auditorio Tagore estaba lleno e incluso había gente que ha escuchado al autor de pie. Mo Yan hablaba en chino, así que el traductor era imprescindible. Tan sólo unos cuantos chinos asentían con las observaciones del “Maestro” (como los responsables de Casa Asia y de la editorial Kailas, que ha publicado “Las Baladas del Ajo” le han definido) justo antes de que los demás entendiésemos de qué hablaba.
Mo Yan es un pseudónimo que significa “No hablar”. El autor nos ha contado que lo utiliza porque durante muchos años fue consciente que en China, cuanto más callado estuvieras, mejor. Además antes de los 5 años, en el ambiente rural en el que nació, el escritor casi no tenía a nadie con quien hablar. Y después de los 5, se despertaron en él unas ansias de comunicarse tan grandes que sus padres se asustaron. Por lo visto le recordaban continuamente la prudencia del silencio.
Una afirmación sorprendente fue que escribió “las baladas del ajo” en 35 días. “Grandes pechos, amplias caderas”, en menos de 3 meses. Pero las dejó madurar durante años. En algún momento siente la chispa que enciende el fuego de la creación, algún episodio particular que desencadena la escritura de la novela, y entonces escribe. Decía jocosamente que de los 30 años de carrera como escritor, quizás había estado escribiendo tan sólo 3.
También me ha llamado la atención que mencionase la falta de alimento como el principal problema al que veía enfrentarse la humanidad. La hambruna es la peor experiencia que se puede dar, decía. Y sin duda, viniendo de una persona nacida el 1955 en China, justo antes del Gran Salto Adelante, es una opinión a tener muy en cuenta.
Cuando ha llegado el turno de preguntas (muy breve, tan sólo quedaban 5 minutos), un hombre ya mayor ha preguntado algo que mucha gente en el auditorio temía que alguien preguntara. Aunque no tenía nada ver con el tema de la conferencia (el universo femenino del escritor), la pregunta ha versado sobre la cuestión del Tibet: independiente o integrado en China? Se han oído protestas en el público y signos de desprecio – “qué hace este hombre preguntando esto? - No viene al caso…- Desde luego…”. Mo Yan ha contestado y el traductor no lo ha traducido. El centenar de personas congregadas allí levantaron la voz de repente y miraron a todos lados para denunciar que no se traducía … Los mismos que antes habían reprobado la pregunta, ahora se agitaban inquietos en las sillas para saber qué dijo. De repente, dos chicas de rasgos asiáticos (seguramente chinas) aplaudieron con fervor las palabras de Mo Yan. Su reacción no hizo sino avivar el interés de los demás en lo que el autor había dicho. Quedaba claro que su respuesta no habia sido esquiva. Los enérgicos aplausos denotaban que había tomado partido. Pero que había dicho? Más tarde oí rumorear en la cola para devolver los aparatos de traducción automática que Mo Yan había respondido “un país unido está en paz”. La actitud del público fue, sí, un poco snob. Estábamos allí para oír de literatura pero el morbo de saber qué opinaba el autor nos pudo. Yo, aunque me cueste admitirlo, también pregunté, curiosa, para saber qué palabras no se habían traducido.

8 comments:

paco said...

Marta, enhorabuena por el blog!!,

en cuanto a la conferencia, lo que mas me sorprendió fue la inexprexividad del escritor cuando compartia sus recuerdos de la niñez, de la adolescencia, con descubrimientos asombrosos como el tren o una ciudad, que en nuestra cultura occidental no los apreciamos, esta falta de inexpresividad, de exteriorizar los sentimientos me hacia pensar en que en este país, la gente tiene miedo a expresar sus ideas, sentimientos, al contrario que en nuestra cultura occidental, y me imaginaba a la gente triste, sin capacidad de expresarse y por lo tanto de relacionarse, comportando con ello una lucha interna enter lo que sientes y la imposibilidad de exteriorizarlo.

Un país en que las personas no pueden ser capaces de exteriorizar sus ideas, sus entimientos, es un país en el que el estado de derecho, las libertades y la igualdad NO son prioritarias para sus dirigentes.

Con todos nuestros defectos, prefiero vivir en un país en el que me puedo expresar, respetando siempre otras opiniones, sin miedo a "caer en desgracia" como comentó el autor.

Me imagino que el escribir sobre estas situaciones es una válvula de escape, espero que sea el principio de la libertad.

Un abrazo y adelante con el blog!!

Paco

Anonymous said...

Hola Marta,

Me encanta tu blog, Enhorabuena. También te felicito por el tema con el que abres la sección de literatura, El Universo femenino de Mo Yan.

Pero al leer tu post me surge una pregunta, ¿Por qué os molestó al auditorio la pregunta sobre la situación del Tíbet? Desde mi punto de vista los intelectuales deberían "mojarse" y tomar partido, sobretodo, cuando algunas situaciones van en contra de los derechos humanos.

¿No crees que uno no debería vivir de espaldas a su tiempo?

Anonymous said...

To Perfida Albion ...,

me encanta que los llamados defensores de la libertad digan a las personas lo que tienen que hacer,

puntualizando ...

a. era una conferencia sobre literatura, no de politica!!

b. Cada persona, incluidos los escritores, son libres de "mojarse" o no sobre los temas que crean oportuno, es su LIBERTAD!!,

y si recordamos las palabras de MO YAN, "no hablar" su traduccion, podremos comprender la dificultad de expresar sus ideas, bastante hace esta persona en escribir estos libros, posiblemente si dijera lo que piensa no podria escribir y nosotros comprender la realidad que pasa en China!!,

a veces olvidamos que en nuestro mundo occidental no tenemos estas barreras invisibles que nos permiten expresarnos con libertad, al contrario que paises oprimidos en los que las personas tienen que ser mas cautas, y por eso no dejan de ser defensores de la libertad, pero a su manera.

Para mi tiene mas valor un escritor que escribe un libro sobre la realidad de su pais, y que no puede "mojarse" a fin de seguir escribiendo para informar al mundo de la verdadera situacion, que un escritor mediatico de nuestro pais que por escribir un libro y salir en la tele autoerigiendose en salvapatrias, me gustaria saber si tendria el mismo valor para decir lo mismo en China.

Paco dixit!!

Anonymous said...

Estimado Paco,

Pones LIBERTAD en mayúsculas, para hablar del derecho de Mo Yan a decidir mojarse o no, sin embargo cuando hablas de mi libertad a opinar la escribes en minúsculas, como mínimo es interesante.
Supongo que tú no sólo apoyas, sino que defiendes con la misma vehemencia, a los escritores españoles, que durante el franquismo no se enteraron que en España había una dictadura, porque eran sólo escritores y decidieron no denunciar lo que aquí pasaba.
Yo sin embargo, que no distingo regímenes por su color, considero, que todos, tenemos una responsabilidad en cambiar la sociedad en la que vivimos y sobre todo cuando por tu trabajo, tienes la posibilidad de llevar tu voz más lejos y a más gente. Desde mi punto de vista el no hacerlo, es respetable, es una posición cómoda, y probablemente y teniendo en cuenta lo miedosa que soy, es la que yo tendría, pero que quieres que te diga siempre me han impresionado más aquellos que levantan su voz para decir YO ACUSO.

No obstante, yo sí te reconozco a ti la LIBERTAD de discrepar de lo que escribo, y a Mo Yan la LIBERTAD de permanecer callado.

Saludos
Pérfida Albión

Anonymous said...

Si realment ha dit "un país unido está en paz", aquest home m'ha decaigut...
Toni

Anonymous said...

Hola
toma dos para dejar comentario :P

una escena de China que dolió verla fue la siguiente:

"...en un plaza de Xian había un viejo maestro enseñando Tai-Chi a un discipulo suyo, era maravilloso ver como se movía el maestro, hasta que llegarón cuatro o cinco chavales con sus trajes de skaters, sus monopatines, vaya parecían salidos de un barrio de New York, algunos con sendas hamburguesas en la mano, lo peor no fue aquella visión, lo peor fue ver como el maestro y su alumno tuvieron que abandonar la plaza..."
Un saludo de vin

Anonymous said...

Estuve un mes allí en China, con dos amigos, compramos el billete de ida y vuelta y nos fuimos...

Hicimos un recorrido de Beijing pasando por Dunghuang ( el norte es desierto ) y bajando hasta Chengdu ( al sur )

Lo que son las zonas rurales del norte y del sur,la gente es muy amable y hospitalaria te saludaban por la calle y claro algunos te miraban extrañados sobretodo cuando mides algo mas de 1.80

La impresión que me llevé de allí es que China estaba cambiando, se estaba occidentalizando, mientras que en las zonas rurales parecía que dentro de un momento a otro iba a venir Mao y te iba a poner a trabajar, en las ciudades había edificios enormes y los habitantes vaya parecía que estaba por las ramblas de barcelona, eras uno más, dejamos de ser " exóticos " jeje

Por lo que a Mao respecta, no se puede hablar, porque había gente que lo admiraba mucho y incluso iban con su libro siempre encima y venerandolo o admirandolo, es curioso esta gente que te digo era la que trabajaba en el campo y le veías a primera vista peor aspecto, en definitiva más pobre, me pareció curioso

Uf te contaría muchas cosas

En serio disculpa por mmm " invadir " tu correo pero es que no he podido poner esto en tus comentarios

ah! ahí van mis cinco libros ( te diría muchos pero venga 5 )

- Las enseñanzas de un guerrero I,II
- La brújula del zen de Seung Shan
- Lie-Tsé ( es así de rancio el titulo )
- Vencer al Dragón de Barbara Hambly
- Frankestein o el moderno prometeo de May Shelley ( por dios no veas la película jejej )

Un saludo
Vin

Jordi Canal-Soler said...

Marta, celebro tu iniciativa de empezar un bloc, y además encima con la presentación del libro a que también asistí.
De hecho, estuve sentado a segunda fila justo delante del autor y los otros tres presentadores y pude verlo de muy cerca. Mo Yan puede ser el mejor escritor chino del momento, pero sin duda alguna no es el mejor conferenciante o el mejor divulgador de su propia obra. Durante la media hora que duró la presentación por parte de los otros invitados no emitió ni siquiera un esbozo de sonrisa o agradecimiento hacia los comentarios más que bondadosos que le hacían mientras le presentaban. Permaneció immutable, casi rígido. Y en cuanto empezó a hablar, lo hizo con la monotonía de voz que su inexpresividad predecía.
Fue con esta misma inexpresividad con la que respondió a la pregunta sobre el Tíbet. Estoy de acuerdo a que no venía a cuento la pregunta, pero claro, parece ser que como en todo el resto del mundo la cuestión del Tíbet está acogida por la intelectualidad bienpensante de la sociedad, en China debería ser lo mismo. Lo que el hombre que hizo la pregunta no debía saber era que no sólo Mo Yan era chino, sino que fue a su tiempo soldado, y que actualmente vive en Pequín. Esas tres son razones suficientes para predecir su respuesta, que aunque no se entendió por falta de traductor, seguro que era para decir que el Tíbet ya está bien como está y que no es necesario tocarlo para nada.
Lo que hizo más rabia no fue que un intelectual respondiera así a una pregunta. Ya se podía uno imaginar lo que respondería…
Lo que hizo rabia de verdad fue que el traductor chino omitiera la respuesta. Eso sí que fue un ataque a nuestra libertad de entender lo que se decía…
Saludos,
Jordi